LA SONRISA DE UN PAÍS
Con el lema, La sonrisa de un país, y el corazón como símbolo multicolor, estamos definiendo el estado de ánimo con el que afrontamos esta campaña, con ilusión y con sonrisas que miran al futuro. Será una campaña amplia, coral, en la que participarán todos los referentes del cambio político que permiten imaginar una «mayoría nueva» para recuperar la democracia y las instituciones.
La sonrisa no es nueva entre nosotros. Hemos tenido sonrisas muy conocidas: la etrusca, la de Mona Lisa y la que se combinaba con las lágrimas. Por supuesto, la derecha mediática ya ha saltado a la palestra definiendo el lema de la campaña como cinco palabras de naturaleza blanda para diluir el “discurso del miedo” y dictaminando que “con ese lema la transversalidad alcanza la nada ideológica “.
De “nadas” ideológicas saben mucho en los lugares donde se elaboran los discursos de la Derecha española: No hay más que repasar las alusiones a la Patria, al sentido común y a España como país serio de muy y mucho españoles que tienen que emigrar, perdón, que disfrutar de una movilidad extraordinaria. En cambio, de contraponer la amabilidad a los ataques, saben poco y, además, no les conviene. Prefieren que si estamos indignados, añadamos el enfurruñamiento, que si protestamos sumemos la agresividad, que si disentimos aliñemos con intolerancia.
No les conviene que la alegría y las sonrisas se puedan convertir en un elemento para cambiar la forma de entender la política y la vida pública. Han invertido mucho en convertirnos en espectadores del culebrón de turno y no quieren que volvamos a debatir “La clave”.
No estamos hablando de una sonrisa estereotipada ni de un corazón “partío” sino de una sonrisa de reconocimiento entre los que tenemos una identidad mayoritaria y no pertenecemos a un club excluyente y una cordialidad que nos une en el esfuerzo por superar nuestros problemas sociales y políticos, los problemas que nos plantean los que llevan años practicando la “doctrina del shock”.
Se dice que hay sonrisas que desarman. Queremos desarmar el miedo, la desconfianza, el pesimismo, el derrotismo. Porque podemos si nos une el corazón, que es de todos y todas. Y sepan que detrás de la sonrisa, con corazón y con cabeza, hay cincuenta puntos en los que se basa un programa electoral. Que es lo que se propone, con una sonrisa, a la ciudadanía, para que vean si les conviene. Y que esos puntos no les provocan cordialidad a nuestros adversarios. Por eso no sonríen, por eso les molesta nuestra sonrisa. El que se pica, ajos come.
La mayoría tiene que empezar a sonreír. Tenemos que empezar a reírnos todos. No van a ser siempre lo mismo. Y como diría el poeta a pasearnos a cuerpo y mostrar que, pues sonreímos, anunciamos algo nuevo.
Juana Caro
Candidata Unidos Podemos Ciudad Real