Izquierda Unida Castilla-La Mancha

IU CLM presenta mociones en los consistorios regionales para crear “ciudades refugio”

 

La organización pretende que la situación actual de inacción ante el drama humanitario que estamos viviendo cambie y, si los Estados no actúan como deben, que las ciudades sirvan para que se cumplan los Derechos Humanos.

Izquierda Unida de Castilla-La Mancha llevará mociones por los consistorios de la región para buscar soluciones efectivas, y que den cumplimiento a los Derechos Humanos, a la crisis humanitaria surgida en torno a las y los refugiados que huyen de la guerra en Siria. La formación pretende contribuir a la red de “ciudades refugio” y ser parte activa de la solución, a la vez que pone sobre la mesa la inacción, sin duda vergonzante, de los Estados (quiénes deberían actuar sin duda ni dilación para acabar con esta problemática)

Desde IU-CLM piden a los ayuntamiento que declaren su disposición a ayudar y acoger como ciudad refugio a las personas que huyen de la guerra y la persecución en sus países y solicitan asilo en la Unión Europea, adoptando medidas como la creación de un grupo de trabajo con CEAR España (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), Cruz Roja y otras organizaciones locales que trabajen con personas refugiadas buscando la mejor manera de colaborar cada consistorio (según su tamaño, circunstancias, etc…). En el caso de estar en situación de ofrecerse como ciudad de acogida, según IU-CLM, debe prepararse una relación de posibles lugares de acogida, siempre prefiriendo de propiedad pública, y habilitar una partida económica para trabajar con dichas asociaciones y colectivos.

En dicha moción, Izquierda Unida va más lejos y aprovecha para incidir en la base del problema solicitando a los consistorios que aprueben una exigencia a la Unión Europea y sus Estados miembros para desarrollar una nueva política de asilo y migración que priorice el cumplimiento de los Derechos Humanos; se ponga en marcha una operación de rescate y salvamente eficaz que cuente con los medios necesarios –cumpliendo así con el deber de socorro- y, por último, se habiliten vías legales y seguras que garanticen el derecho de asilo de las personas refugiadas sin que tengan que emprender travesías mortales.