Los obispos nos odian
No ha sido bastante con las declaraciones vertidas por el cura Pablo Martín del Burgo en la misa de la Romería de Alarcos, que hoy tenemos que aguantar de nuevo la confirmación del Obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar. ¿Y de que estamos hablando? Pues que la curia castellano manchega ha dejado ver lo que ya nos imaginábamos, que odian todo aquello que tiene que ver con la diversidad, igualdad y libertad de las personas que forman parte del colectivo LGTBI en nuestra región. Y no es que presuman de conocimientos claros de la nueva Ley de Diversidad sexual y Derechos LGTBI de Castilla La Mancha, sino que son capaces de manifestar el desconocimiento profundo de la norma.
Utilizan argumentos fraseados de la extrema derecha, de personas trasfobas, de radicales intransigentes en contra de los Derechos Humanos. Aprovechan sus púlpitos para sembrar el odio y el rechazo a las personas homosexuales, bisexuales, lesbianas, transexuales, intersexuales, contra todas aquellas personas que apuestan por la igualdad, el respeto a la diversidad, tolerancia, por una sociedad feminista. En definitiva, destilan odio hacia nosotras. ¿Suena contundente? No, es lo que se está haciendo. Estas declaraciones sólo sirven para alimentar la lgtbifobia en nuestra región, profundizar en la herida del odio que siempre hemos sufrido por SER.
Mire señor obispo de Ciudad Real, lo hubiera tenido muy fácil. Dirige usted una diócesis que presume de ser la provincia con más movimientos y asociaciones del colectivo LGTBI. Hubiéramos estado encantados en explicar la realidad de nuestra región, del sufrimiento que supone para muchas personas sus declaraciones, sus argumentarios, sus homilías, pero ha preferido hacer reunión de amigotes para lanzar unas reflexiones llenas de confusión, desconocimiento, mentiras y engaños. Esos son pecados.
Y ya está bien de ampararse en la libertad de expresión para destilar odio. No estamos dispuestos a soportar ningún delito de odio más en nuestra región. El odio se combate y así lo garantiza la nueva Ley, para que todas, todos y todes tengamos la región por la que hemos luchado: plural, diversa y libre. Deje de odiar a las personas.
Y si le queda alguna duda sobre la intención de mis palabras, quiero que reflexione sobre ellas y descubrirá que en ningún momento he mencionado a la Iglesia. Iglesia, menos curas y obispos, partidos políticos, organizaciones sindicales, organizaciones sociales, colectivos, ciudadanía, están a favor de la norma. Usted, se ha quedado solo y se queda con su odio.
Mariano Donate Delgado. ALEAS IU CLM