Ávila (IU): Ante la barbarie del PP tenemos la dignidad de todo un pueblo.
Izquierda Unida de Castilla-La Mancha ha participado activamente, una vez más, en la convocatoria de las Marchas de la Dignidad que han vuelto a llenar Madrid.
Ávila: “No puede existir paz social en un momento de emergencia económica y política donde las mayorías sociales sufren las consecuencias de la crisis provocada por las minorias.”
Izquierda Unida de Castilla-La Mancha ha participado activamente en la convocatoria de Las Marchas de la Dignidad que, una año más, han poblado las calles con ciudadanía llegada de toda España y cuyo grito, pan, trabajo y techo, ha retumbado por la capital del Estado. Una petición lógica y adecuada para la actual situación social y económica y que demuestran que, una vez más, la convergencia política y la reivindicación pacífica son potentes herramientas de las y los trabajadores.
De esta manera, el candidato a la presidencia de la Junta de Comunidades de la formación, Alejandro Ávila, que ha participado en la convocatoria de hoy, ha querido destacar que la ciudadanía se encuentra contra las cuerdas y, por desgracia, seguirá empeorando su situación mientras sigamos con tasas de paro totalmente inasumibles, por encima del 20% y con una clase trabajadora cada día más precaria, más temporal y con menos seguridad laboral.
Ávila ha recalcado que cerca de tres millones de personas, más de cien miel en Castilla-La Mancha, carecen de cualquier tipo de ingresos. El aumento de la pobreza es alarmante, situándose nuestra región a la cabeza en estos datos, al igual que pasa con el paro juvenil que en nuestra región se acerca al 60%, hipotecando ineludiblemente nuestro futuro.
Por otro lado, Ávila cree que este tipo de movilizaciones, además, sirven para decirle al gobierno absoluto del Partido Popular que no nos vamos a callar, que no vamos a quedarnos en casa mientras vemos como se sigue legislando en contra de nuestros compañeros, de la ciudadanía. Así, según ha puesto sobre la mesa, es un NO rotundo a las leyes que buscan coartar las libertades democráticas, atacadas frontalmente por normas como la conocida Ley Mordaza.