Los presupuestos regionales para 2015 son la amenaza definitiva de Cospedal a nuestra comunidad.
IU-CLM asegura que el Presupuesto Regional muestra la realidad de nuestra región para el 2015 que está muy alejada del escenario idílico que dibuja el PP y que nadie ve.
Daniel Martínez: “Estos presupuestos son la consolidación de los recortes más duros, los ajustes más indiscriminados y la aplicación más inhumana de las políticas de derechas del Partido Popular.”
Izquierda Unida de Castilla-La Mancha ha querido destacar algunas cuestiones sobre el Presupuesto Regional para el 2015 que dibuja, según han señalado, el desolador panorama que espera a esta región, económicamente hablando, y que choca frontalmente con una visión idílica del futuro, la que el PP quiere inocular a la ciudadanía castellano manchega, que los números de dicho presupuesto ponen en entredicho.
Daniel Martínez (Coordinador Regional de IU-CLM) ha querido destacar que los presupuestos de la región son un “encefalograma plano” desde el año 2012. En sanidad, educación o servicios sociales, los presupuestos de este próximo año siguen por detrás de los señalados, lo cual indica que continuamos caminando hacia atrás o estancados.
En cambio, como ha señalado Martínez, los presupuestos sí tienen un aumento exponencial en una cuestión muy concreta, y poco provechosa para la ciudadanía: la deuda pública. El gasto para este año es de 1682 millones de euros. Esto demuestra que la prioridad del gobierno Cospedal no es otra que pagar la deuda a los bancos (como tan rápidamente aprobaron el PP y el PSOE en la reforma de la constitución). Estos presupuestos, ha sentenciado, son los presupuestos de los bancos y para los bancos, no para la ciudadanía.
En este sentido, ha querido añadir que el gobierno del Partido Popular, en el 2015, tendrá un gasto presupuestario seis veces mayor en deuda pública que el gasto de la consejería de fomento, once veces más que la consejería de empleo; el doble de dinero en deuda que en sanidad y asuntos sociales. Por tanto, estos presupuestos consolidan los recortes y, por ende, la recesión y las políticas de financiación, con dinero público, de la banca de este país. En definitiva, unos presupuestos que beneficia a los de arriba en contra de los intereses de los de abajo.