Ante las celebraciones del Día de la Constitución.
Izquierda Unida ha decidido no participar en las celebraciones por el 37º cumpleaños de la Constitución española. No debemos, ni queremos, hacer fiestas sobre el papel mojado. No podemos, por tanto, celebrar que los derechos, presuntamente consagrados en nuestra carta magna, se violen sistemáticamente. Con impunidad. Con conocimiento de causa y sin ninguna acción o medida para evitarlo.
Nos vemos al lado de las familias que, con derecho a una vivienda, son desahuciadas. Queremos estar al lado de los que, día tras día, buscan y buscan un empleo digno, estable y que les permita construir un proyecto de vida y, por desgracia, vuelven a casa sin encontrarlo. Obviamente, somos los que nos hemos encontrado en la calle contigo, con cada uno de los ciudadanos y ciudadanas de este país, viendo como las leyes mordaza nos multan y constriñen nuestros derechos sociales y civiles. En las protestas justas, pacíficas y democráticas. En el ejercicio de nuestro derecho a la Huelga.
La sociedad española ha abierto ya una nueva ventana, una evolución hacia un futuro distinto al que sistema bipartidista español, consagrado en las leyes que emanan de esta Constitución, nos ha conducido. Nosotras y nosotros queremos ser motor del cambio, punta de lanza de lo nuevo para, contigo, construir un #NuevoPaís.
Ese nuevo proyecto de país compartido consagrará el trabajo con derechos y salarios dignos, el pleno empleo, los mejores servicios públicos y sociales, la vivienda para las familias así como la justicia social y la libertad. La ciudadanía empoderada dejará atrás la corrupción de este actual sistema político y financiero, el excesivo poder de la banca o los procesos neoliberales de desmantelamiento y privatizaciones de nuestros servicios públicos y de nuestros derechos.
Es para ese fin, construir un Nuevo País, para el que necesitamos abrir un proceso constituyente que, sin duda, debe ser debatido entre todas y todos. Una esponja de las necesidades y justas reivindicaciones ciudadanas. Y un proyecto que hablará del Estado que queremos: de su modelo territorial, fiscal, de los derechos a consagrar, del papel de los diversos actores y poderes de la economía y la sociedad, de soberanía popular. Un proceso sin duda ilusionante y que merecería celebrarse.
Hoy, este proceso es posible por unas circunstancias muy distintas a las que se vivieron en 1978 y debemos aprovechar esa oportunidad. No podemos quedarnos en simples reformas cuando contamos con un pueblo maduro democráticamente y consciente de sus derechos que, pensando que la Constitución ha sido útil en los momentos en que surgió y ha vivido, hoy toca una evolución lógica y de calado. Es el momento de recoger la antorcha de las libertades, prendida en 1978, y reavivarla para abrir esta nueva etapa de construcción colectiva.
Por lo tanto, desde Izquierda Unida este 6 de diciembre llamamos a la ciudadanía a celebrar que tenemos el momento oportuno para dibujar nuestro futuro como pueblo unido, consciente, maduro y activo en la toma de decisiones que le afectan. A celebrar por todo lo alto que seremos dueños de nuestros derechos porque nosotros mismos los consagraremos. A marcar el inicio del verdadero cambio social que abre la puerta a la legislación en favor de la mayoría social y acaba con los privilegios de una minoría dominante.
Celebremos nuestro #NuevoPaís.