Izquierda Unida Castilla-La Mancha

El 8 de marzo paramos en los espacios privados y públicos. Artículo de Opinión.

Cuando nace una criatura en nuestro entorno además de su inscripción en el registro como hombre o mujer, sería recomendable que conociera el entorno al que acaba de llegar, sin alarmar desde tan pronto, es aconsejable saber dónde ha venido a parar, por aquello de que “la información es poder”.

Casi no ha abierto los ojos y su adscripción como mujer indicará que, con toda probabilidad, deberá conducirse según la norma social aceptada para ella. Será tratada como menor de edad durante toda su vida y tendrá muchas posibilidades de ser educada para estar sometida desde los parámetros de un sistema heteropatriarcal. Un sistema que coloca privilegios en la cabeza de la mitad de la población mientras se esfuerza en despreciar las capacidades de la otra mitad.

Desde bien pronto será señalado qué cosas son de niñas y qué cosas no la deben interesar, no debe probar, no está bien que use o prefiera una mujer y cómo debe ser su comportamiento y su actitud hacia esas cosas porque en general pertenecen a una cultura que otorga privilegios a los hombres por el hecho de serlo. Antes de los 15 años puede, por el hecho de ser una mujer, formar parte del 30% de niñas que han sufrido violencia de género en nuestro país (según datos de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género).

Será piropeada, interpelada, agredida, en el peor de los casos asesinada. También violentada con opiniones no buscadas sobre su talla, aspecto, atuendo o maquillaje y como se le ocurra contestar, los insultos y desprecios serán asegurados por no someterse. Su comportamiento público y privado será continuamente escrutado, diseccionado y cuestionado en tanto no se adapte a las normas del patriarcado. Si decide no casarse, vivir en pareja o no tener hijos levantará sospechas entre amigos y familiares sobre sus tendencias e intenciones.

Las cargas familiares recaerán sobre sus espaldas en el ámbito familiar y con muchas probabilidades estará sometida a extenuantes jornadas dobles o triples en casa, en el trabajo y en el cuidado de niños o ancianos. Porque es bueno que se sepa ya: la conciliación es una mentira y solo la intentan las mujeres.

Salarios más bajos y más brecha salarial (las mujeres con empleo trabajan gratis 54 días al año). Menos acceso a carreras profesionales (seis de cada diez renuncian a su carrera al ser madres). Más enfermedades cuestionadas por los profesionales y por tanto mal diagnosticadas y más tardíamente tratadas, porque para el sistema patriarcal las mujeres somos sospechosas de mentir en casi toda ocasión.

Si gusta de los deportes, que se olvide de ser profesional o estará tan mínimamente pagada y reconocida que parecerá una burla en comparación con lo que ganan los hombres. La invisibilización, la falta de representación en espacios sociales, políticos o culturales formarán parte de su día a día. Además, si nace entre las mujeres mas pobres deberá decidir si para sacar adelante a sus familias tiene que ser a costa de vender su cuerpo o partes del mismo para provecho de un mercado voraz y capitalista que se mantiene consumiendo mujeres en el todo o en las partes.

Frente a este triste y negro panorama, también hay sitio para la esperanza.

Como arma para dirigirnos a la lucha tenemos a la familia y al entorno, tenemos a  millones de mujeres trabajando por la igualdad, tenemos el feminismo como guía y tabla de salvación, tenemos la experiencia y escritos de mujeres luchadoras de antes y de ahora que nos inspiran y forman, tenemos la sororidad como sentimiento universal de ayuda y apoyo entre mujeres y lo mas importante Nos tenemos a nosotras mismas.

Tenemos este 8 de marzo una oportunidad, tenemos un arma, tenemos a todas esas compañeras que estarán a nuestro lado en la huelga internacional de mujeres, huelga laboral, estudiantil, de consumo y también de cuidados, una Huelga Feminista acompañada de manifestaciones porque queremos PARAR EL MUNDO, PARA PODER TRANSFORMARLO, cambiando sus modelos patriarcales por modelos de igualdad, justicia, paridad, diversidad y democracia.

 

Isabel Alvarez Domínguez,

Responsable Mujer IU CLM.