IU CLM cree que la UCLM se quedará en el congelador.
La formación entiende que el acuerdo de financiación entre JCCM y UCLM solo sirve para “congelar” la universidad regional.
Esta situación hará perder calidad a la UCLM y traerá nuevos recortes. IU solicita que la financiación no baje de los 165 mill.
Izquierda Unida de Castilla la Mancha, desde su Área de Educación, ha valorado el acuerdo alcanzado por la UCLM y el gobierno regional para la financiación de la misma. Un acuerdo, cifrado en 120 millones y para el año 2015, que no cubre ni las necesidades mínimas de la UCLM (cifradas por el rector en 125 mill) y, por lo tanto, auguran pérdida de calidad de la institución y nuevos recortes que podrían afectar, además de al estudiantado, a las plantillas.
La formación ha destacado que solo hay bombo y platillo en la firma de la financiación y que no cumple con ninguna de las necesidades mínimas que se barajaban desde el rectorado y, además, no soluciona ni siquiera el año 2014 ya que este pírrico acuerdo entra en vigor en el año 2015. Además, aunque se percibirá parte de la deuda de la JCCM con la institución, ni siquiera se liquidará completamente en os próximos dos años.
Jacobo Medianero, responsable de Educación de IU-CLM, ha querido mostrar su disconformidad ante dicho acuerdo y su temor a que quieran convertir la UCLM en una gran academia. Ha recalcado, además, que estos datos solo servirán, y mostrando ya todas las dudas posibles al respecto, para los gastos básicos, pero la Universidad, espetó Medianero, es mucho más que eso y hay cuestiones como la investigación que siguen quedando, cada vez más, en el aire.
Por otro lado, Daniel Martínez Sáez ha querido manifestar la preocupación de la formación ante los datos de dicho acuerdo y ha invitado al gobierno regional a redoblar esfuerzos para no matar de inanición a la joya de la corona de nuestra región. La UCLM ha servido como elemento vertebrador de Castilla La Mancha y necesita una financiación que, en ningún caso, baje de la alcanzada en el 2010 (165 mill), año que debería servir para marcar el mínimo obligatorio con el que se debe financiar la institución.